Diccionario probiótico
Te presentamos el diccionario de los probióticos.
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Aquel alimento que, además de aportar nutrientes, ha demostrado científicamente que afecta beneficiosamente a una o varias funciones del organismo, de manera que proporciona un mejor estado de salud y bienestar. Además, ejerce un papel preventivo ya que reduce los factores de riesgo que provocan la aparición de enfermedades. Los alimentos funcionales deben consumirse dentro de una dieta sana y equilibrada y en las mismas cantidades en las que habitualmente se consumen el resto de los alimentos. Los alimentos enriquecidos son un buen ejemplo de alimento funcional (por ejemplo, las leches fermentadas con bacterias probióticas específicas).
Fibra vegetal que ayuda a hacer proliferar las bacterias sanas del intestino. Se encuentra en alimentos como el plátano verde, algunos tubérculos (como la patata y la yuca), las legumbres y los cereales. Para conseguir que llegue una mayor proporción de almidón resistente para nuestras bacterias del intestino grueso se recomienda cocinar la patata, los cereales y las legumbres y dejarlos enfriar antes de comerlos. Para consumirlos se pueden volver a calentar a una temperatura inferior a 130ºC.
Sustancia que mata a las bacterias o hace que éstas dejen de crecer. Únicamente afecta a bacterias, de forma que es ineficaz frente a las infecciones causadas por virus como el resfriado (catarro común) o la gripe. La administración de antibióticos es el factor más importante de generación de desequilibrios en la microbiota intestinal. El efecto de los antibióticos sobre la microbiota intestinal depende tanto de su espectro de acción (es mayor si tiene efecto sobre anaerobios) como de su farmacocinética (es mayor si no se absorben, total o parcialmente, o si se eliminan por vía biliar).
Microorganismos unicelulares sin núcleo, con forma y tamaño similar a las bacterias, pero que pertenecen a un grupo distinto.
Organismo que crece y se desarrolla en un ambiente donde no hay ningún otro organismo vivo. En los modelos animales de laboratorio que se utilizan habitualmente en los estudios de la microbiota también se conocen como libres de microorganismos.
Conjunto de microorganismos benignos que fabrican ácido láctico como producto final del proceso de fermentación. Las bacterias ácido-lácticas incluyen las especies de Lactobacillus y otras bacterias lácticas como Streptococcus thermophilus, Enterococcus faecium y Enterococcus faecalis. Se encuentran en grandes cantidades en la naturaleza, así como en nuestro aparato digestivo. Aunque se las conoce sobre todo por su función de fermentación de productos lácteos, también se emplean para encurtir vegetales, en la elaboración del pan y del vino y para curar pescado, carne y embutidos. Junto con las especies del género Bifidobacterium, las bacterias ácido-lácticas son las más usadas como probióticos.
Pigmentos responsables del color amarillo, naranja y rojo de algunas frutas y verduras. Una vez ingeridos, se convierten en vitamina A en el hígado y el intestino delgado, según las necesidades del organismo. Algunos ejemplos de alimentos ricos en carotenos son: polen, zanahoria, albaricoques, melocotón, mango y papaya.
Familia de bacterias presente de forma natural en el intestino de los mamíferos. Se pueden encontrar en la composición de alimentos fermentados (como las leches fermentadas) y de complementos alimenticios. Junto con las especies de Lactobacillus, las bífidobacterias son las usadas más frecuentemente como probióticos.
Organismo representante de una especie que posee características genéticas, morfológicas o fisiológicas diferentes a otro de la misma especie. Algunos de los efectos saludables de los probióticos son específicos de cepa. Una cepa probiótica se cataloga en función de su género, especie y una designación alfanumérica que designa la cepa. Por ejemplo, en el caso de Streptococcus thermophilus ST3, el término Streptococcus se corresponde con el género, la denominación thermophilus indica la especie y el epígrafe ST3 se refiere a la cepa concreta.
Proteínas que tienen como función actuar como mensajeros entre las células del sistema inmune.
Proceso benigno y autolimitado, de origen desconocido, que tiende a la autorresolución en general antes de los cuatro meses. Se caracteriza por presentar crisis de llanto inconsolables e intensas normalmente durante la tarde-noche al menos 3 horas al día, 3 días a la semana durante al menos 1 semana en un bebé sano y bien alimentado, acompañadas de distensión abdominal, flexión de las piernas sobre el abdomen y enrojecimiento cutáneo. Como en todos los trastornos funcionales, se deben descartar causas orgánicas de crisis de llanto en el lactante.
Conjunto de bacterias que cooperan y mejoran sus funciones cuando se ingieren conjuntamente. Los probióticos multiespecie son ejemplos de consorcios de bacterias y tienen la ventaja de favorecer las condiciones normales del ecosistema intestinal humano.
Alteración o desequilibrio de la microbiota. Puede afectar a la digestión, asimilación de nutrientes, síntesis de vitaminas y control de microorganismos patógenos. Entre los factores externos que pueden desencadenar una disbiosis están: la administración de antibióticos, las situaciones de estrés, las dietas inadecuadas (por ejemplo, muy pobres en fibra y ricas en azúcares simples, proteínas y grasas), los cambios en la alimentación y el proceso propio del envejecimiento. Además, la disbiosis puede desempeñar un papel importante en el síndrome del intestino irritable, la diarrea aguda o asociada al consumo de antibióticos, la enfermedad inflamatoria intestinal (EII), la fatiga crónica, la obesidad e incluso algunos tipos de cáncer.
Clasificación de la comunidad de la microbiota intestinal humana en tres grupos según el género bacteriano predominante (Bacteroides, Prevotella y Ruminococcus), de acuerdo a la distinta composición del ecosistema.
Mezcla de sustancias que se encuentra en los alimentos de origen vegetal. Nuestro aparato digestivo apenas la puede digerir y cuando llega al intestino es utilizada como alimento por las bacterias. En función de si la fibra es soluble o insoluble actuará de forma distinta sobre el intestino.
Tipo de fibra dietética que acelera el tránsito intestinal. Se recomienda para las personas con estreñimiento que también tienen un exceso de gases intestinales (la fibra insoluble produce menos flatulencias que la fibra soluble). La fibra insoluble se encuentra en los cereales integrales y en las verduras, entre otros.
Tipo de fibra dietética que retarda el ritmo de las deposiciones y estimula el crecimiento y actividad de las bacterias beneficiosas del intestino (efecto prebiótico). Está especialmente indicada para las personas que alternan episodios de estreñimiento con diarrea. La fibra soluble se encuentra en las zanahorias, las manzanas, la avena y el membrillo, entre otros.
Compuestos que se encuentran en la mayoría de las hortalizas y las frutas. Tienen efectos beneficiosos sobre el organismo y, en particular, en el intestino ejercen un efecto antiinflamatorio y antioxidante. Algunos alimentos con flavonoides son: hortalizas, frutas, té y soja.
Son un tipo de fibra soluble compuesta por pequeñas cadenas de 2 a 20 unidades de fructosa. Estos compuestos son abundantes en numerosos alimentos vegetales como el espárrago, la cebolla, el ajo, la alcachofa, el puerro o el plátano, entre otros. El organismo no es capaz de digerir estos compuestos ni de asimilaros, aunque sí se usan como sustrato energético por las bífidobacterias del intestino grueso. Se pueden incorporar como ingredientes prebióticos en complementos alimenticios debido a sus efectos saludables que incluyen: favorecimiento del crecimiento de las bacterias beneficiosas de la microbiota intestinal, estimulación de la función inmunológica y la síntesis de ciertas vitaminas y mejora del tránsito intestinal.
Son un tipo de fibra soluble que se obtiene a partir de la galactosa. Estos compuestos son abundantes en alimentos como la leche materna y las legumbres. El organismo no puede digerir estos compuestos ni asimilaros, pero son metabolizados casi en su totalidad en el intestino grueso, preferentemente por las bífidobacterias y los lactobacilos. Se pueden incorporar como ingredientes prebióticos en complementos alimenticios debido a sus efectos saludables que incluyen: favorecimiento del crecimiento de las bacterias beneficiosas de la microbiota intestinal, estimulación de la función inmunológica y la síntesis de ciertas vitaminas y mejora del tránsito intestinal.
Son un tipo de hongos muy pequeños que solo pueden verse mediante un microscopio. Se han utilizado tradicionalmente en la elaboración del pan y de bebidas como el vino y la cerveza. Algunas levaduras del género Saccharomyces se han utilizado como agentes probióticos para la prevención o el tratamiento de trastornos digestivos.
Inflamación de uno o más lóbulos de la glándula mamaria que puede acompañarse o no de infección.
Genoma colectivo del conjunto de microorganismos que forman un ecosistema.
Estudio del material genético de las muestras recuperadas de un determinado entorno biológico para conocer su composición microbiana.
Conjunto de los genes presentes en todas las células microbianas residentes en el cuerpo humano. Se estima que los genes de la microbiota superan en 150/150 veces el código genético humano
Conjunto de microorganismos que colonizan establemente la superficie epidérmica y los conductos y cavidades del organismo que se comunican con el exterior (fundamentalmente, la vagina y el aparato digestivo).
Es el nombre que recibe la población de microbios que habitan en nuestros intestinos.
Suplemento dietético, presentado en forma de cápsulas, comprimidos, polvo, etc., de una sustancia natural bioactiva concentrada, presente habitualmente en los alimentos y que, tomada en dosis superior a la existente en esos alimentos puede tener un efecto favorable en la disminución del riesgo de enfermedad y, en algunas ocasiones, en la prevención y/o tratamiento de diversas patologías. A diferencia del alimento funcional, el nutracéutico siempre viene en forma de fármaco, nunca de alimento. Y a diferencia de los medicamentos (suelen ser productos de síntesis), los nutracéuticos tienen un origen biológico natural. Los productos probióticos son un buen ejemplo de nutracéuticos.
Técnicas empleadas en biología para el estudio de la totalidad o el conjunto de genes, genomas, proteínas, metabolitos o las relaciones entre ellos. Por ejemplo, la metabolómica es una ciencia que estudia los subproductos del metabolismo, conocidos como metabolitos, en muestras biológicas como la sangre, la orina y la saliva.
Microorganismo inactivado o fracciones celulares de microorganismos que pueden tener efectos beneficiosos para la salud animal y/o humana.
Carbohidratos que forman parte de la pared celular de los vegetales y no se pueden absorber por el aparato digestivo humano. Por ejemplo, las legumbres, los tubérculos (patata, boniato) y los cereales son alimentos con polisacáridos.
Sustancia producida por las bacterias probióticas que ejerce efectos metabólicos y/o sobre el sistema inmune en el huésped. Por ejemplo, el butirato es un tipo de metabolito bacteriano con aplicaciones clínicas en los trastornos digestivos funcionales como el colon irritable.
Ingrediente que produce una estimulación selectiva del crecimiento y/o actividad(es) de uno o de un limitado número de géneros/especies de microorganismos en la microbiota intestinal, produciendo beneficios en la salud del hospedador.
Microorganismo vivo que, cuando se administra en cantidades adecuadas, produce un beneficio a la salud del hospedador. Las especies de Lactobacillus y Bifidobacterium son las usadas más frecuentemente como probióticos, pero la levadura Saccharomyces cerevisiae y algunas especies de Escherichia coli, Bacillus y Coccus también son utilizadas como probióticos. Los microorganismos utilizados como probióticos se pueden incluir en la preparación de una amplia gama de productos, incluyendo alimentos, complementos alimenticios y medicamentos.
Nutrientes implicados en la regeneración celular y con un papel estructural en el músculo. Los siguientes alimentos son fuentes de proteínas: carne, pescado, marisco, huevos, lácteos, legumbres, bebida y derivados de soja.
Microorganismos celulares del dominio Eukaryota que son más grandes y complejos que las bacterias. Por ejemplo, las amebas de la clase Rhizopoda colonizan de forma comensal la boca y el intestino.
Organismo vivo que, cuando se consume en cantidades adecuadas, mejora la salud mental. Los estudios científicos actuales no nos permiten hacer una recomendación definitiva del uso de microorganismos para tratar trastornos mentales.
Capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos.
Relación estable entre dos o más organismos de distinas especies. La interacción puede ser de mutualismo, en la que los dos componentes resultan beneficiados; comensalismo, donde uno de los organismos se beneficia, sobre todo por alimentarse, sin causar daño al otro, o parasitismo, en la que una especie se beneficia al hospedarse en otra y le causa un perjuicio. Por ejemplo, la relación que mantiene el ser humano con su microbiota intestinal es de simbiosis multualista.
Producto que combina al menos un probiótico y un prebiótico. La combinación de probiótico y prebiótico en un mismo producto puede tener un efecto sinérgico y conferir beneficios mayores que los que ejercen cada uno de los componentes del simbiótico por separado.
El sistema inmune lucha contra las sustancias patógenas, repara los tejidos dañados y elimina las células muertas. Podría considerarse como un paraguas capaz de proteger al organismo del ataque de sustancias o microorganismos nocivos.
Introducción por sonda naso-duodenal o colonoscopia de microbiota fecal procedente de individuos sanos. Actualmente solo hay evidencia científica de alta eficacia del trasplante fecal en casos de diarrea recidivante por Clostridium difficile.
Es una vitamina presente en los alimentos grasos no refinados. Es muy sensible a la oxidación y a la exposición a los rayos ultravioleta (UV), por lo tanto, para que no haya pérdidas de hasta un 40%, los alimentos que la contienen tienen que ser conservados de forma correcta. Protege a las células del daño causado por agresiones del entorno, ayuda a la diferenciación de varios tejidos como el respiratorio, la mucosa intestinal y la piel, y además actúa sobre la función visual. Las fuentes dietéticas de vitamina A incluyen los aceites de hígado de pescado, el hígado animal, la leche entera, la mantequilla y los quesos grasos. La vitamina A en alimentos vegetales se encuentra básicamente en todos aquellos de colores amarillos, rojos y verdes.
Es una vitamina soluble en agua, sensible al calor y a la oxidación, por lo tanto, pueden haber pérdidas de hasta un 30% durante la preparación del alimento. Combate la debilidad y la fatiga. Las fuentes dietéticas de vitamina B1 son todos los alimentos de origen animal, siendo las principales varias especies de pescado como el lenguado o la palometa, la yema de huevo, la leche, y el hígado y músculo del cerdo. También la encontramos en la levadura de cerveza, el germen de los cereales, los cereales integrales, las patatas, legumbres y los frutos secos.
Es una vitamina soluble en agua, resistente al calor, no obstante es sensible a la luz, por tanto si un producto se expone a la luz, las pérdidas pueden alcanzar el 80%. Contribuye a reparar las lesiones de la mucosa y mejora los problemas de absorción intestinal. Los alimentos con mayor contenido de vitamina B2 son aquellos concentrados lácteos, como la ricota y el queso, ya que esta vitamina se une a las proteínas. También está presente en el hígado, la carne, el pescado, los lácteos, los cereales, la levadura de cerveza, los frutos secos, el brócoli, los espárragos y las espinacas.
Es una vitamina soluble en agua y sensible a la luz, por lo tanto, puede haber pérdidas de hasta un 50% si los productos que la contienen no son almacenados de forma correcta. Respecto a la cocción, los alimentos de origen vegetal contienen su forma más estable, haciendo que apenas se pierda vitamina B6 durante la cocción; caso contrario a los alimentos de origen animal, cuya forma menos estable hace que sea muy sensible al calor y a la luz. Ayuda al sistema inmunitario a producir anticuerpos necesarios para combatir las infecciones. Las fuentes dietéticas de vitamina B6 incluyen la levadura de horno, el germen de trigo, los cereales, la carne, el pescado, los huevos, la soja, los cacahuetes, las nueces y la leche.
La mayor parte de la biotina procede de los alimentos, aunque a menudo en concentraciones bajas. El hígado y ciertos microorganismos como las levaduras poseen cantidades importantes de biotina, pero no son alimentos incorporados de manera cotidiana a nuestra dieta, por lo tanto, las fuentes dietéticas principales vendrán de alimentos tales como los huevos, leche, productos lácteos, pescado azul, legumbres, frutos secos, y algunas verduras como la coliflor y los guisantes. La vitamina B8 además, es producida en pequeñas cantidades por la microbiota intestinal, completando de esta forma la cantidad diaria de biotina ingerida con la alimentación. Contribuye al buen mantenimiento de la piel y mucosas.
Es una vitamina soluble en agua. Es un antioxidante y contribuye al buen funcionamiento del sistema inmunitario. Se conserva bien en los productos congelados, pero se destruye la mayoría durante la cocción, sobre todo con agua abundante y durante largos periodos de tiempo. Los alimentos con mayor contenido de vitamina C son la naranja, el kiwi, el limón, el pomelo, las fresas, las acerolas, la papaya, la col de Bruselas y el perejil. Si se consume en forma de zumo de naranja, conviene saber que la vitamina C se mantiene perfectamente hasta 12 horas después de exprimir las naranjas.
Es un potente antioxidante celular frente a los radicales libres del organismo. El contenido de vitamina E de las dietas varía mucho en función del tipo y la cantidad de grasas presente y las pérdidas que se producen durante el procesamiento y cocción de los alimentos. Los brotes y las semillas vegetales, sus aceites y productos derivados de ellos representan las mejores fuentes de esta vitamina, pero también la encontramos en el aceite de oliva, el aguacate y los frutos secos.
Compuestos químicos que no forman parte de la composición de los organismos vivos, como son, entre otros, los contaminantes, los pesticidas o los fármacos.
Mineral esencial para un crecimiento correcto, un adecuado funcionamiento del sistema inmunológico, interviene en el olfato y el sabor y también participa en el mantenimiento del buen estado del intestino. Algunos ejemplos de alimentos con zinc son: pescado, carne, gambas y calamares.